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El gesto parece inofensivo, pero puede traer consecuencias graves. El pediatra Lucas Acosta, jefe de Neonatología, advierte que besar a un recién nacido, a excepción de la madre, puede ser riesgoso, especialmente en los primeros meses de vida, cuando el sistema inmune todavía está inmaduro.
“Un recién nacido es un ser totalmente indefenso. No tiene defensas, y mucho menos aún si es prematuro. Un simple virus que para un adulto es una alergia, para un bebé puede ser neumonía o incluso encefalitis”, señaló Acosta en entrevista con el programa Residentas (GEN/Nación Media).Hace apenas unos años, las recomendaciones pediátricas se modificaron tras casos difundidos en Europa. Uno de los más sonados fue el de un recién nacido en España que falleció tras contraer herpes simple por un beso de un tío que desconocía su situación.
“Fue un punto de inflexión, porque mostró cómo algo cotidiano puede transformarse en tragedia”, explicó Acosta.
Las sociedades americana y europea de pediatría recomiendan que los bebés tengan contacto con personas ajenas al círculo íntimo recién después de los 6 meses, cuando ya recibieron al menos el primer esquema de vacunas.
“La evidencia es clara, en los dos primeros meses, evitar totalmente el contacto con gente fuera del hogar. Incluso un beso en la mano puede ser riesgoso, porque el niño pasa por una fase oral y todo lleva a la boca”, afirmó el especialista.
Además del herpes, otros agentes pueden transmitirse fácilmente por besos o por compartir utensilios: mononucleosis infecciosa, conocida como “la enfermedad del beso”, que puede provocar fallas en la médula ósea; influenza y adenovirus, que afectan el sistema respiratorio; además de la varicela y la familia de los herpes virus, muy contagiosos.
“En Paraguay tenemos costumbres como compartir la bombilla del tereré o probar la comida con los mismos cubiertos. Eso también transmite bacterias que un bebé no está preparado para recibir”, subrayó Acosta.
El pediatra resaltó que los padres deben establecer reglas claras con familiares y amigos. “Somos un país muy cercano, todos quieren besar o tocar al bebé. Pero es invadir la privacidad de esa familia. Los padres deben decidir y comunicar cómo quieren que se relacione la gente con su hijo”, aconsejó.
No todo es aislamiento. El especialista recomienda que los bebés tengan contacto con la naturaleza, tocar tierra, jugar descalzos y llevarse objetos seguros a la boca. “Eso fortalece la inmunidad y estimula el neurodesarrollo. Lo que no es recomendable es llevarlos a lugares cerrados como supermercados, iglesias o peluquerías en los primeros meses”, dijo.
También recordó que prácticas comunes como colocar aros al nacer deberían evitarse hasta después de los dos meses, cuando ya puede afrontar intervenciones menores. Lo mismo ocurre con viajes en avión, la recomendación mínima es esperar hasta los 60 días de vida.


